En el proceso de reciclaje de cualquier material, el primer paso es conocer cuál debe ser el contenedor en el que debemos depositar el residuo generado y cual es el contenedor más apropiado.
En el caso de las pilas, debemos conocer que existen tres tipos diferentes de pilas:
Las pilas convencionales y alcalinas. Son pilas primarias, es decir, que una vez agotados sus elementos activos no pueden ser regenerados. Los tamaños de estas pilas van desde las de tamaño más pequeño (las cilíndricas pequeñas) a las baterías de petaca. Las alcalinas son más contaminantes que las conven-cionales, aunque por su mayor duración pueden resultar más adecuadas.
Pilas botón, son las que se caracterizan por tener un tamaño reducido y gene-ralmente en forma de botón, entre estas se encuentran las pilas de mercurio y litio. Son las más contaminantes por su alto contenido en metales pesados.
Las baterías de móvil. Son recargables y se pueden utilizar durante mucho tiempo. Las más frecuentes son las de níquel-cadmio.
La recogida de cada una de ellas debe ser en contenedores inde-pendientes, ya que el tratamiento de cada tipo es muy distinto.
En los contenedores donde debemos depositarlas se encuentra indicado el tipo de pilas que se pueden depositar y ya es muy comun que en un mismo contenedor se encuentren integrados los tres tipos de pilas, convencionales (bastón), de botón y de móviles.
Todas ellas se llevan a centros específicos, siendo responsabi-lidad de la Comunidad Autónoma su reciclaje. Las estadísticas dicen que re recogen el 15% de las pilas consumidas, de las cuales solo el 1,5% es introducido en el proceso de reciclaje por falta de instalacio-nes para tal fin. El resto se almacena en vertederos de seguridad.
Es muy importante el reciclaje de las pilas, ya que sobre todo aquellas que contienen mercurio y otros metales pesa-dos (como zinc, cadmio, plomo, etc.), si se depositan en basureros orgánicos, debido a la liberación de dichos metales pueden llegar a contaminar las aguas freáticas. Como ejemplo, una pila de mercurio puede llegar a contaminar 600.000 litros de agua y una alcalina 167.000 litros. Si el consumo medio de agua por habitante y día puede variar entre los 100 y 200 litros, una sola pila puede contaminar el agua que consumiremos entre los próximos 3 y 10 años.
Una vez en la planta de procesamiento, las pilas salinas y alcalinas se tratan en dos fases, en una primera fase mecánica, los principales elementos se separan, permitiendo extraer el acero, el papel y el plástico.
En una segunda fase, el polvo de metales se tratan por vía hidrometalurgia ,recuperando una tasa importante de estos metales en forma de sulfato de zinc, sulfato de Manganeso y Potasio, y Mercurio de elevada pureza.
Las baterías recargables de móviles, ordenadores, etc., también se tratan en dos fases, una primera física mediante la que se obtiene, cobre y aluminio y un segundo tratamiento químico en el que se obtiene cobre y litio.
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