Qué nos falta para mejorar el sistema de vías pecuarias y la ganadería trashumante.
Hasta ahora hemos visto que se han aprobado y puesto en marcha un cierto número de normas, planes, programas y proyectos, pero todavía nos falta un largo camino que recorrer para poner en orden nuestro sistema de caminos pastoriles de la comunidad castellana de Castilla-La Mancha, y sobre todo mucha voluntad política y menos palabrería. Las actuaciones que consideramos urgentes se encuentran relacionadas con la clasificación de todas las vías pecuarias que carecen de Proyecto de Clasificación, para concretar la afectación legal de éstas al dominio público; el deslinde de las vías pecuarias ya clasificadas y la inmatriculación inmediata de las ya deslindadas en el Registro de la Propiedad, e incorporación de éstas al Catastro de Rústica y al SIGPAG.
Incrementar la colaboración entre la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, el Registro de la Propiedad y el Catastro de Rústica, para la cesión de datos y unificar los sistemas de información geográfica que utilizan. De ahí la necesidad imperiosa de que el Gobierno de Castilla-La Mancha facilite sistemáticamente a la Gerencia del Catastro los archivos cartográficos en formato digital de las clasificaciones y deslindes. De esta forma las vías pecuarias aparecerán reflejadas en las certificaciones para la compra venta de terrenos o para cualquier propietario colindante a caminos públicos que precise esa información.
Garantizar la coordinación de la Ley 9/2003, de 20 de marzo de vías pecuarias de Castilla-La Mancha (la cual ha de ser desarrollada reglamentariamente con carácter de urgencia) con la legislación de urbanismo, ordenación del territorio, carreteras, espacios naturales protegidos, patrimonio cultural y otras legislaciones sectoriales de la CC.AA. Que en los procesos de concentración parcelaria que se desarrollen en la CC.AA sean tratadas de forma distinta, a como se ha venido haciendo hasta el día de hoy, a las vías pecuarias, de tal forma que conserven sus anchos y no sea necesaria la existencia de parcelas de reemplazo. Eso sí, mientras estas parcelas de reemplazo existan la Junta de Comunidades debe inventariar y controlar exhaustivamente las mismas, ya que son propiedad pública que nos pertenece a todos los ciudadanos.
Que la Junta de Comunidades abandone la política del avestruz y aplique con rigor el marco normativo existente, y proceda a recuperar todas las vías pecuarias que han sido robadas descaradamente, Aquí juega un papel importante la aplicación de la Ley Orgánica 10/95, de 23 de noviembre del Código Penal, que introduce en el artículo 319 la figura del delito ecológico en el supuesto de daños producidos a las vías pecuarias.
La elaboración por parte de la Junta de Comunidades de un Plan de choque para el mundo trashumante que permita la renovación generacional de los pastores apoyo técnico y formativo de los pastores; construir infraestructura de apoyo a la trashumancia en las vías pecuarias (abrevaderos, áreas de descanso y construcciones para pernoctar los pastores,...), etc.
Por otra parte es necesario potenciar el asociacionismo de los ganaderos trashumantes de Castilla-La Mancha para formar un grupo de presión bien articulado que demande a la Administración autonómica y central ayudas y actuaciones. En algunos lugares del Estado español este proceso se está dando, como así ocurre con el Ligallo General de Pastores de la Corona de Aragón, fundado el 7 de octubre de 1995 en Fortanete (Teruel), que en 2005 contaba con 52 pastores asociados y 30.000 cabezas de ganado. El ámbito territorial de este Ligallo alcanza a las provincias de Teruel (Aragón), Tarragona (Catalunya), Castellón y Valencia (País Valencia). Posteriormente el 13 de julio de 2001 se celebró la asamblea constituyente de la Nueva Mesta de la Comunidad de Albarracín (Teruel), otra nueva asociación de ganaderos trashumantes a la que se desean asociar los ganaderos castellanos de Cuenca y Guadalajara.
Por último, el Estado español, al que prácticamente no le quedan competencias en materia de vías pecuarias, ya que éstas están transferidas a las CC.AA., debería concertar con éstas el establecimiento de unas directrices de ordenación y gestión de las vías pecuarias integradas en la Red Nacional, al objeto de unificar criterios de actuación entre todas las CC.AA.
(http: //sigpac.mapa.es/fega/visor/)
(Nuestro agradecimiento a Hilario Villalvilla, miembro de Ecologistas en Acción y experto en Vías Pecuarias, por la redacción de estos artículos ).
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