miércoles, 14 de abril de 2010
SOMOS LO QUE COMEMOS...¿SOMOS TRANSGÉNICOS?
Un transgénico, organismo modificado genéticamente (OMG), es un organismo vivo que ha sido creado artificialmente manipulando sus genes. Las técnicas de ingeniería genética consisten en aislar segmentos del ADN de un ser vivo (virus, bacteria, vegetal, animal e incluso humano) para introducirlos en el material hereditario de otro. La diferencia fundamental con las técnicas tradicionales de mejora genética es que permiten franquear las barreras entre especies para crear seres vivos que no existían en la naturaleza.
Podría decirse que se está haciendo un experimento a escala global cuyas consecuencias, son todavía impredecibles y los cobayas, en este caso, somos nosotros. Hasta el momento se ha constatado la aparición de nuevas alergias, aparición de resistencias a antibióticos, aparición de nuevos tóxicos en los alimentos, disminución de la fertilidad etc.
Los consumidores estamos desprotegidos ya que los transgénicos entran en nuestra dieta a través de la carne que consumimos y que puede provenir de animales alimentados con piensos que contengan transgénicos. Pese a que desde 2004 existe la obligación de etiquetar los productos que proceden o contienen OMG’s existe un gran vacío legal puesto que no hay obligación de etiquetar los productos alimentarios que proceden de animales alimentados con piensos transgénicos.
Actualmente solo está permitido el cultivo transgénicos de 4 especies, maíz, soja, colza y algodón y los únicos que están permitidos para el consumo humano son, precisamente, el maíz y la soja cuyos derivados están presentes en el 60% de los alimentos transformados desde el chocolate a las patatas fritas pasando por los alimentos preparados, margarinas, etc.… Pese al gran rechazo de los consumidores a nivel internacional, se sigue exportando el 90% de transgénicos para alimentación animal.
Los consumidores debemos tener el derecho a elegir qué comemos y solo podremos hacerlo si la administración se preocupa de que todos los alimentos vengan debidamente etiquetados, especificando qué cantidad y qué tipo de transgénico contienen. La ciudadanía es cada vez más sensible a este problema y aumentan día a día iniciativas de soberanía alimentaria y auto-consumo, se buscan los alimentos cultivados de forma ecológica, se recogen firmas, se convocan manifestaciones…, la próxima el día 17 de Abril en Madrid. Nosotros estaremos allí.
Nos hemos centrado en las consecuencias para la salud pero no son las únicas, los transgénicos afectan gravemente al medio ambiente ya que acaban con la biodiversidad y pueden contaminar, irreversiblemente, cultivos no transgénicos. Las biopatentes (semillas patentadas) dejan, en manos de cuatro grandes multinacionales el control de estas semillas y los productos químicos asociados. Esto provoca la ruina de los campesinos tradicionales y perpetúa las desigualdades sociales y la pobreza.
Los contenidos resumidos en este texto se han extraído de la amplísima información sobre transgénicos disponible en www.greenpeace.org donde además podrán descargar la Guía Roja y Verde de los alimentos transgénicos
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