En los últimos años venimos observando como el uso de métodos tradicionales para combatir las mal llamadas “malas hierbas”, se ha sustituido por los herbicidas, tanto en terrenos agrícolas como en cunetas, zonas urbanas y parques, sin ser conscientes de las consecuencias del uso y abuso de estas sustancias.
La plataforma surge por las sucesivas quejas de personas afectadas y sensibilizadas,entre las que se encuentran agricultores, ganaderos, apicultores, ecologistas, cazadores, consumidores y ciudadanos en general. Ante la falta de atención por parte de las administraciones regional, provincial y local, diferentes colectivos de la sociedad deciden unificar criterios para hacer frente común y exigir el cumplimiento y finalmente la revisión de la normativa de aplicación de dichos herbicidas tanto en su uso agrícola como en el no agrario (Real Decreto 1311/2012, de 14 de Septiembre, por el que se establece el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios, que desarrolla la Directiva 2009/128/CE del Parlamento Europeo y del Consejo).
En la actualidad los herbicidas basados en el compuesto glifosato son los más vendidos y su uso crece exponencialmente en todo el mundo, debido entre otras causas, a la clasificación como “de menor riesgo toxicológico (clase IV)” que de ellos hicieron la Agencia de Protección Ambiental y la Organización Mundial de la Salud. Hasta el momento, los pocos estudios que analizaban los efectos toxicológicos del glifosato, eran los encargados y realizados por científicos al servicio de la propia industria agroquímica, basados en las consecuencias inmediatas derivadas del contacto directo con el producto y las resultantes a corto plazo, sin tener en cuenta los efectos de las mezclas con otras sustancias, y su comportamiento en las complejas redes ecosistémicas. Más recientemente, varios estudios contradicen su supuesta inocuidad tanto para el ser humano como para el medioambiente. Estas investigaciones revelan la aparición de tumoresmalformaciones en fetos, trastornos reproductivos y lesiones glandulares -entre otras- en humanos y animales domésticos, como consecuencia del uso de este compuesto y no sólo debidos al principio activo, sino también (y principalmente) a las sustancias utilizadas como aditivos. A estos graves problemas en la salud humana, hay que sumar la importante desaparición de diversidad biológica y paisajística, siendo nefastas las consecuencias sobre anfibios, la simplificación de las comunidades vegetales de flora arvense, contaminación de aguas subterráneas y superficiales, y el alarmante declive de especies de aves, reptiles y mamíferos ligados al medio agrícola, bien sea por intoxicación directa, por pérdida de alimento disponible, o por falta de refugio en márgenes y linderos. Al margen de dichos estudios, varios miembros de la plataforma sufren de forma directa las consecuencias del uso de estos herbicidas, en ganado, abejas, animales domésticos y especies cinegéticas.
Remitiéndonos a lo anteriormente expuesto, las agrupaciones, entidades y ciudadanos que conforman esta plataforma, exigimos la prohibición del uso herbicidas basados en glifosato en zonas no agrícolas, y la revisión de la normativa vigente para su uso agrario. En tanto en cuanto esta normativa no sea revisada y basándonos en el principio de precaución,
proponemos el uso de otros métodos no químicos para el control del crecimiento de la vegetación natural. Del mismo modo, exigimos a la Administración que promueva con información y comunicados los efectos secundarios de estos productos y la necesidad de controlar su uso para la seguridad de todos, empezando por los propios agricultores.
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