viernes, 17 de agosto de 2007

LAS FIESTECITAS DEL VERANO

Llego el verano y con él el martirio de las fiestas con motivo de cumpleaños, bautizos, bodas, cenas a la luz de la luna, comidas alrededor de la piscina, barbacoas, día del orgullo gay, y demás eventos que estamos acostumbrados a celebrar en los jardines de nuestras casas y con ellos sus correspondientes ruidos, voces, gritos, risas, músicas en diferido, actuaciones en directo, bailes, bingos, etc., etc., con los cuales deleitamos a nuestros queridos vecinos.
Es muy respetable, incluso es muy agradable ver como celebramos este tipo de acontecimientos. Pero es una injusticia grandísima.
Unos respetan “con mucha resignación” la fiesta del vecino de enfrente, y el vecino de enfrente no tiene en cuenta, ni los decibelios, ni las horas, ni la vecindad, ni el respeto a los demás.
No se dan cuenta que tienen mas vecinos en su entorno los cuales no tienen por que participar de su fiesta, incluso les molesta su fiesta. No se dan cuenta que desearían dormir la siesta, pero no pueden. Que les gustaría cenar tranquilamente en su jardín, con sus amigos o familiares y que no pueden mantener una conversación normal por que se lo impide la música de la fiesta de su vecino. Que incluso (fíjate!) les gustaría dormir por la noche, pero su vecino ha decidido, (en el mejor de los casos) seguir con la música hasta las 3.30 de la madrugada. En el peor de los casos, hasta la hora de comer del día siguiente. Eso si, con el mismo volumen que cuando eran las 6 de la tarde.
¿Se imaginan estos mal llamados vecinos, realizar la misma celebración en su casa de Madrid ó Alcalá?.
Sientes una gran impotencia por no saber que hacer.
¿Tienes que llamar a su puerta para pedirle que baje ó quite la música? ¿Si el no es capaz de pensar por si solo que molesta, va ha hacer caso a lo que yo digo, sin ofenderse? Pensara que esta en su derecho y que yo me fastidie.
¿Llamas a la Guardia Civil? Creo que están para otras cosas.
¿Llamas al Ayuntamiento?
¿Saco el bate de béisbol y les rompo los cristales de los coches de sus invitados? Pues tampoco parece que sea lo adecuado.
Al día siguiente, cuando te levantas con ojos como un sapo por no haber podido descansar, lo que te pide el cuerpo es sacar los bafles de tu equipo de música al jardín y ponerlo a todo volumen, con el fin de no dejar dormir a ese indecente que ahora esta durmiendo tan placidamente, y ayer me dio la tarde y la noche.
Como consideras que tienes más educación y más respeto hacia los demás que el impresentable de tu vecino, pues no lo haces. No por falta de ganas.
Por favor, dejemos actuar al sentido común, que casi nunca engaña. Debemos tener en cuenta a la gente que esta a tu alrededor. No vivimos aislados. Todo se puede hacer, simplemente con un MINIMO DE RESPETO HACIA LOS DEMAS.

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